
José fue el único hijo de un pastor evangélico. Creció corriendo en los salones de la iglesia, escuchando predicar a su padre y observando las oraciones de su madre. De niño, asistió semanalmente a la escuela dominical y se educó en un famoso colegio presbiteriano. Al igual que mi padre y muchos más, José abandonó la fe en los primeros años de su juventud. Cuando le conocí ya era adulto y yo desconocía su historia personal. Para mí, él era un hombre de bien, estudioso y amante de la historia, muy de su casa y su familia, pero se declaraba totalmente incrédulo.
Cuando supo que estudiaba en el Seminario, José me invitó a su casa. Me contó su origen evangélico y las razones por las que abandonó la fe. Me enseñó muchos libros cristianos que aún conservaba, y me dijo:
–Llévate los que desees, ya que para mí no significan nada.
Años más tarde, cuando José ya era anciano, fui a verlo porque me sorprendió escuchar que visitaba con cierta frecuencia una de nuestras iglesias…
Amén
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Muito bom hermano essa história dele hermano José,yo tambien pienso que talvez em lo mas profundo de su coração por esse testemunho de que resitava o Sal 23 com gozo em su coração Al final El alla retomando sua fé.
Gosto mucho de su programa hermano que Dios lo siga usando como lo hacer cada dia , bendiciones hermano amado Pastor.
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Gracias, hermano. ¡Dios le bendiga!
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