Tristemente, la palabra santidad hoy en día se ha vuelto obsoleta hasta en algunos círculos donde se supone que debiera ser valorada y enseñada. Tal vez sea porque vivir en este mundo corrupto con una mente santificada que anhela obedecer a Dios, ¡puede ocasionarnos trastornos, burlas e incomprensiones! No obstante, los que seguimos a Jesús no podemos ignorar que él llamó bienaventurados a los que tuvieran un corazón limpio porque ellos verían a Dios.
Por lo tanto, debiéramos exhaltar a la santidad como una virtud que lejos de restarnos o quitarnos posibilidades, nos abre las puertas a una verdadera riqueza, una que nadie puede quitarnos…
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Mensajes de Fe y Esperanza 
Amém Pr Alberto , un verdadeiro tezoro a santidad, Dios lês bendiga mucho.
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