
Algunos piensan que los creyentes están libres de sufrir el acoso de la depresión, uno de los males más comunes en el mundo contemporáneo, pero en realidad no es así. Casi todos nosotros hemos sentido en ocasiones una inmensa tristeza lo cual es absolutamente normal si hay causas reales que la provocan.
Pero si nuestra tristeza se alarga y profundiza convirtiéndose en una melancolía permanente, ya pudiera ser depresión y debemos buscar ayuda…