
Como la expectativa de vida de las personas ha subido en muchos países en los últimos tiempos, en la sociedad contemporánea el número de ancianos es mayor que en épocas anteriores. Ello es una buena noticia para todos porque quienes nacen ahora tendrán la posibilidad de vivir más que sus antepasados. No obstante, como la vida moderna tiende a exaltar más los valores propios de la juventud, lo cual es lógico; es importante no menospreciar o tener en poco a los ancianos. ¡Ellos también fueron jóvenes y mucho de lo que ahora disfrutamos lo debemos a su paso por la vida antes que nosotros!
La ancianidad es una etapa tan valiosa de la existencia humana como cualquier otra. Si bien es cierto que las fuerzas y capacidades de los ancianos van disminuyendo, jamás debiera faltarles nuestro amor y cuidado hacia quienes nos precedieron en la vida. Tristemente el comportamiento humano contemporáneo tiende a aislar a los ancianos y muchos mueren en la soledad, sufriendo un abandono afectivo casi total, cuando en realidad lo que verdaderamente merecen es llegar al final de sus vidas rodeados de amor…