
“Si no fuera por…” es una expresión que denota cuánto mejor serían algunas cosas si no existieran otras. Con reiteración solemos escuchar o decir: si no fuera por este problema, si no fuera por esta enfermedad, si no fuera por este carácter, si no fuera por…
Es muy posible, que algunas circunstancias en nuestra vida que caen en la categoría de “si no fuera por” puedan dejarnos a la larga un resultado positivo. Ellas nos ayudan a buscar a Dios, a ser menos prepotentes, más sensatos y más humildes. Es por eso que la Biblia, en la carta a los Romanos, capítulo 5, versículos 3 y 4 nos enseña: “sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia prueba, y la prueba, esperanza”.