
¿Estaré equivocado? A veces percibo que en la educación cristiana actual no se enfatizan temas que eran pan diario en las iglesias antiguamente, como en la que asistí de niño y adolescente; uno de los cuales es el que nos ocupa en el programa de hoy. En mi iglesia recibí una enseñanza bíblica muy completa y práctica; ya fuera en la escuela dominical, en los mensajes del pastor, en las actividades de jóvenes y en todo lo que se hacía.
Tal fue así, que años después, al estudiar en el seminario, aprendí Teología, Hermenéutica, Predicación y otras asignaturas imprescindibles para un efectivo ministerio pastoral. También recibí clases de Biblia que me confirmaron que la instrucción recibida en mi iglesia sobre las Sagradas Escrituras fue magistral, pues no escuché en el seminario algo que no hubiese oído antes de mis maestros en la iglesia local. No lo afirmo como crítica a la institución donde mis profesores de Biblia fueron inigualables y los recuerdo con muchísimo amor, admiración y gratitud. Solo que aquel descubrimiento fue impactante y a la vez definió mi propio ministerio. La labor educativa de la congregación local jamás debiera descuidarse.
¿Acaso hemos olvidado que el pasaje bíblico llamado la gran comisión, no solo dice: Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 28:18)? También afirma: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado (v.19). En este mundo contradictorio, egoísta y corrupto hasta la médula, las iglesias no pueden descuidar la enseñanza constante de todo lo que la Biblia enseña con respecto a la conducta humana, pues de ello depende también la efectividad de nuestro testimonio cristiano…
-Si desea descargar el programa a su PC o Mpovil, toque los tres puntos a la derecha del archivo de audio. Si prefiere recibir nuestras publicaciones a través de su correo electrónico, vaya a la página de inicio y en la parte de abajo encontrará un espacio para escribir su dirección. Así las recibirá todas en el momento en que se publiquen.
-Si quiere compartir esta publicación con otras personas, use debajo el botón correspondiente. ¡Muchas gracias y que Dios le bendiga!