
Algunas personas se resisten a aceptar que están deprimidos y lo niegan rotundamente. ¿Será que piensan que es falta de fe o un mal testimonio cristiano? ¿Quién ha dicho que los creyentes en Cristo no pueden caer en depresión? Afirmar tal cosa es desconocer las Escrituras.
Si bien la fe es una ayuda inigualable para poder enfrentarnos de manera satisfactoria a los múltiples retos y problemas de la vida, son muchos los factores que pueden provocar que cualquier humano —con independencia de que sea creyente o no— caiga en depresión. La Biblia es clara con respecto a ello y en el libro de los Salmos se muestran claramente las angustias y sentimientos depresivos que los creyentes pueden experimentar.
¡No en balde es uno de los libros bíblicos más leídos y amados por los creyentes!