
La conocimos recién llegados a Pinar del Río, en agosto de 1974, para servir en la Iglesia Bautista Nazareth. Al visitarla por primera vez, no imaginamos que su hija menor, aún en la cuna, llegaría a ser esposa de David, nuestro hijo mayor. No obstante, ella y sus hijas fueron nuestra familia desde entonces. Dámaris y Clara Teresa crecieron junto a nuestros hijos, sentados juntos en los bancos de la iglesia, siempre identificados, al tanto unos de los otros, como presintiendo que seríamos una verdadera familia no solo por la fe, sino por sangre, cuando compartiéramos hijos y nietos en común.

Con su sonrisa, la serenidad y la paz habitual de su rostro, ella jamás faltó ─ni sus dos hijas─ a ninguna actividad de la iglesia, que eran casi diarias. Y como no le agradaba mucho salir a otros lugares, permitió que las niñas crecieran yendo con nosotros dondequiera, al campamento, a excursiones, reuniones y actividades en todas partes. Siempre sentimos su cariño inalterable, su respeto y su confianza. Si sus hijas estaban con nosotros, ella era feliz y nosotros también.
De joven, partió a estudiar en los Estados Unidos y regresó a Cuba graduada de Wayland Baptist University en agosto de 1959. A pesar de que profesar la fe cristiana y ser educador en Cuba llegó a ser una proeza casi imposible, ella logró desempeñar su magisterio en lengua inglesa hasta su retiro; siendo una teacher muy respetada y querida. Como su fidelidad al Señor fue incuestionable, jamás ocultó su fe ni su compromiso con la Iglesia Bautista Nazareth de Pinar del Río. Allí fue líder indiscutible, cantó en el coro, fue maestra de la Escuela Dominical tanto en el templo como en el Reparto Galeano cuando se inició allí la obra. También sirvió como diaconiza y atendió el ministerio de la Tercera Edad. Miembros como ella ─que no eran pocos en aquella bendita iglesia─, son una bendición inigualable para sus pastores. Su espíritu apacible pero firme y la vez pacífico y confiado, siempre brilló. Aun en los peores momentos.
¿Cómo olvidar la tarde en que, desesperado y temeroso, corrí al hospital al conocer que Dámaris había sido arrollada por un tractor y tenía pocas posibilidades de sobrevivir? ¿Cómo consolar a Zoila? ¿Qué decirle ante la posible muerte de su hija de doce años? Al encontrarla sentada completamente sola, esperando cerca de la sala de cirugía, confieso que me angustié. Apenas atiné, llorando como un niño, a abrazarla fuertemente. Zoila, con su paz y serenidad habitual… ¡me consoló!:
─Tranquilo, pastor, no se ponga así. Por un tiempo pensé que no tendría hijos y tuve a Dámarita siendo mayor. Por lo tanto, al nacer se la entregué al Señor. Estoy confiada. Si él quiere, sobrevivirá a la operación. Si no, le daré gracias por el tiempo que me la dio. Y repitió: Jehová dio y Jehová quitó. Sea el nombre de Jehová bendito (Job 1:21). Quedé mudo ─¿y por qué no decirlo?─, avergonzado. Ella tenía más fe y comprensión de los designios divinos que su joven, inexperto y presuntuoso pastor; pues conocía y seguía a Cristo desde antes de que yo naciera. Dámaris sobrevivió para sorpresa y gozo de todos.
Como su pastor durante muchos años, siempre la vi actuar con la misma sencillez, entereza, serenidad, paz y espíritu cristiano ante todos los acontecimientos de su vida. Así afrontó la la enfermedad y muerte de su madre, de su esposo, de una hermana y la separación de otras dos de ellas, a quienes amaba mucho y emigraron desde muy jóvenes. Su profunda y vital fe le permitía afrontar la vida y sus problemas con serenidad.
Ya anciana y con 93 años, su salud perdida y tras dos meses encamada, un día advirtió a sus hijas:
─No le pido a Dios que me lleve porque eso sería un pecado, pero ya no tengo fuerzas…
Ella creía que llegamos a este mundo con los días contados y que nadie muere la víspera. Por lo tanto, siguió afrontando sus últimas, largas y difíciles semanas de vida con la paz y serenidad conque siempre vivió. Si es cierto aquello de que cada cual muere como vive, Zoila lo hizo. Con tranquilidad admirable, sin quejas ni lamento alguno, esperó su día. ¡Qué mujer de Dios! Cuando le leían la Biblia repetía versículos de memoria a pesar de no tener fuerzas suficientes ni para conversar o quejarse, tras haber sufrido daños cerebrales. ¿Cómo se explica? Solo la fe y el Espíritu Santo.
Hoy, 21 de abril, antes de alcanzar su lecho los primeros rayos del sol, Dios llenó de gloria el amanecer de Zoila llevándola a Su Presencia. ¿Por qué lloro mientras escribo estas líneas si durante tantos días le pedí al Padre le concediera el descanso merecido? Sí, siento gratitud por su vida y también por su partida, y toda nuestra familia también. La despedida, no obstante, siempre es desgarradora, sobre todo si quien parte deja tras sí una estela tan larga y digna, una vida de fe, amor y obediencia sin límites.
¡Gracias, Señor amado, por la hermosa y bendita vida terrenal de Zoila Rodríguez Alonso!

un redil con nuestro buen pastor.
Cuando mis luchas terminen aquí y ya seguro en los cielos esté. Cuando el Señor mire cerca de mí, ¡por las edades mi gloria será! Esa será gloria sin fin, gloria sin fin, gloria sin fin, Cuando por gracia su faz pueda ver, por las edades mi gloria será.
Cuando por gracia yo pueda encontrar en sus mansiones moradas de paz. Y que allí siempre su faz pueda ver ¡por las edades mi gloria será! Esa será gloria sin fin, gloria sin fin, gloria sin fin, Cuando por gracia su faz pueda ver, por las edades mi gloria será.
Gozo infinito será contemplar aquellos seres que yo tanto amé. Más la presencia de Cristo gozar, ¡por las edades mi gloria será! Esa será gloria sin fin, gloria sin fin, gloria sin fin, Cuando por gracia su faz pueda ver, por las edades mi gloria será.
HImno: Cuando mis luchas terminen aquí, letra y música de Charles H. Gabriel
Muy bello escrito
Muy sentidas leteas a mi tia ,se ve q la conocio muy bien .
Yo la quise mucho desde pequeno y siempre la llame como mi tia preferida ,no porque a las otras no las queria ,solo q ella era mas carinosa y hablaba bajito y con mesajes educativo
La vida nos alejo pero siempre presente
Soy hijo de su hermana mayor Leonor una de las tres hermanas q estan lejos,Leonor ,Lalo ,Tere y un hermano Chin q tambien se alejo y ahora duerme tranquilo. ,aya en Pinar del Rio perdio Yito madre de Fermincito
Todos.hermanos q se querian mucho
Hoy mi madre Leonor no se le puede decir la.perdida de su hermana por tener 95 anos ya
Agradesco su bello escrito
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Gracias, Guillermo, conocí a toda la familia y por supuesto a tu mamá tambien. Comparto tu opinión de que no es necesario decirlo a Leonor. Lo sufriría mucho y a su edad, es mejor mantenerla libre de eso, porque nada resolvería. Me alegro te haya gustado mucho el escrito. Nosotros queríamos y siempre admiramos mucho a Zoila. Dios te bendiga.
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Bendito sea el nombre de Dios..!!!! Que mujer de Dios, fiel hasta las ultimas consecuencias y tan dulce como solo alguien como ella pudo ser. Se que el cielo es esta brillando un poquito mas con su presidencia alla.
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Gracias, querido hermano, así mismo es. Mi saludo cariñoso para toda la familia.
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Mi abuela ha sido un ejemplo para los cristianos, ella fue fiel a Dios hasta su último suspiro y no le dió vergüenza en ser cristiana en cualquier lugar, yo sé que está en las mansiones celestiales con el Señor
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Así mismo es, Marcos, por eso debemos dar gracias a Dios por la vida tan fiel de tu abuela y seguir con su mismo legado para los que vienen detras de nosotros. Dioos te bendiga.
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Daniel 12:3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
Damos gracias a Dios por la vida de la hna Zoila y glorificamos el nombre que es sobretodo nombre que le ha recibido en las manciones celestiales
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Nunca olvidaremos la vida de servicio, entrega, compromiso y fidelidad de Zoila . Recordamos su amor a la enseñanza de la Palabra, su testimonio intachable, apoyo pastoral y fidelidad a Dios y a su iglesia Bautista “ Nazaret” de Pinar Del Río.
Yigani y yo fuimos muy bendecidos con su carácter afable,pacífico.Su hogar siempre estuvo abierto para nosotros desde el primer día que llegamos a Pinar .
Después de una larga vida bendecida aquí en la tierra ahora está disfrutando de una mucho más bendecida en presencia de nuestro Señor y Rey,quien dijo “El que cree en mi,tiene vida eterna”(Juan 6:47) Juan Carlos Rojas y Yigani..
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Gracias a Dios por el testimonio de Zoila y sobretodo por su hija , nietos y yerno que son el fruto de la fe y el amor que ella sin duda siempre les inculcó. Estimada es a los ojos de Dios la muerte de sus Santos.Salmos 116:15
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Gracias a Dios por el testimonio de Zoila y sobretodo por su hija , nietos y yerno que son el fruto de la fe y el amor que ella sin duda siempre les inculcó. Estimada es a los ojos de Dios la muerte de sus Santos.Salmos 116:15
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Gracias, hermana, Dios le bendiga.
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Wow….me quedo sin palabras!!!! Que nos hallen fieles los que vienen tras nosotros.
Hermosas palabras pastor, me ha hecho llorar. Como se extrañan a abuelitas así…uno quisiera tenerlas para siempre, lo digo por experiencia propia, pero Gloria a Dios que ya disfruta de paz y gozo en el cielo.
Bendiciones desde Placetas
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Ella perteneció a una generación que por ley natural ya va desapareciendo de las iglesias. Personas que se convirtieron muy jóvenes (ella se bautizó a los 15 años) y fueron fieles luchando contra viento y marea en tiempos muy difíciles y sirviendo siempre en su mismo pueblo e iglesia ganan siempre mucho respeto y cariño de todos. Los que por razones distintas razones nos mudamos varias veces en la vida tenemos otras experiencias, pero eso de ser fiel al Señor en el mismo pueblo y la misma iglesia toda su vida, convierte a personas así en motivo de inspiración y respeto. Gracias por tu comentario.
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Gracias Pastor Alberto por compartir esto. Me ha conmovido sus palabras que honran una vida de devocion a Cristo Jesus. Este mensaje estimula nuestra Carrera de la Fe.
Muchas gracias!
Sean las bendiciones del Altísimo Dios sobre vosotros hermanos en Cristo.
Yamile desde Canada
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